El Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava, que otorga el Ayuntamiento villero hace veinte años, se concederá en esta ocasión al timplero Francisco Fariña Izquierdo. Este vecino del emblemático barrio de Pinolere con 67 años a sus espaldas, se le puede considerar uno de los mejores “timpleros” de Canarias, sus instrumentos se encuentran repartidos por todos los continentes, y suenan en las escuelas, en grandes orquestas y en los mejores tenderetes y fiestas. El premio se entregará tras el acto de inauguración de la 38º Feria de Artesanía de Pinolere que tendrá lugar el próximo 1 de septiembre.
Trabajó en la hostelería y lo compaginaba con su pasión: ser constructor de instrumentos musicales de cuerdas. Pero, ante la creciente y enorme demanda, hace 25 años que dejó su trabajo en la ciudad turística para dedicarse en exclusiva a su taller de elaboración de timples…. Ha pertenecido a varias agrupaciones folclóricas como Tamogantes, la Tercera Edad de Pinolere o la Parranda Santa Catalina del municipio La Guancha.
Francisco Fariña es autodidacta, lleva más de 37 años en la profesión. Todo comenzó con una curiosa historia que él cuenta… “fue Vicente, mi padre, quien me reto a construir un timple, y yo con cuatro troncos hice mi primer timple”. Su padre había comprado un timple un tanto modesto, con un sonido pésimo y difícilmente de afinar, y Francisco le dijo que él era capaz de hacer un timple mejor. Fue entonces cuando este artesano villero se puso las manos a la obra y construyó un timple. Reconoce que el instrumento que realizó “no sonaba más que el de su padre, pero sí afinaba mejor”, y eso fue todo un logro. A su padre le encantó que siguiera con la tradición, y una vez que Francisco acababa de construir un timple, su padre lo probaba y le daba el visto bueno sobre el instrumento que había realizado.
Fariña Izquierdo se dio a conocer públicamente en la tercera Feria de Artesanía de Pinolere allá por el año 1987 del siglo pasado. Ese año no vendió ningún timple pero entregó numerosas tarjetas. Y comenzó a sonar el teléfono de su casa cada vez con más frecuencia. La demanda fue cada vez mayor, por lo que a los 32 años dejó su trabajo de mantenimiento en un hotel y se trasladó a un pequeño taller, en la propia azotea de su casa, convirtiéndolo en su nuevo oficio hasta su reciente jubilación. Con el paso del tiempo el taller bajó al patio, se fue llenando de máquinas, instrumentos, moldes y muchos encargos, pero siempre le acompaña la vieja foto de su padre que lo mantiene en brazos.
Cuando empezó a ser reconocido, Benito Cabrera acudió hasta su taller y le encargó un “timple de concierto”, y a raíz de ello, comenzó a crear timples para los concertistas. Es reconocido mundialmente, ya que ha enviado timples a numerosos puntos del planeta. El mejor recuerdo que tiene es cuando le llevó un timple al Cabildo de Tenerife para regalárselo al expresidente de EEUU, Bill Clinton. También destaca su participación en una Feria de Artesanía a la que fue invitado en Puerto Rico.
Así, Francisco Fariña se ha convertido desde hace muchos años en un referente de la artesanía canaria, y no solo por las construcciones de timples o guitarras. Este “timplero” se ha especializado en muchos de los instrumentos de cuerda pulsada, dándoles unos acabados únicos a cada instrumento. Hoy en día, tiene un gran abanico de instrumentos que puede construir: timples, guitarras, contras, requintos, laúdes, laudines, bandurrias y cuatros puertorriqueños. Debido a la gran demanda, tanto otros luthieres como Francisco Fariña, han tenido que desarrollar una gran variedad de timples para el uso que requiera cada timplista.
Premio Artesanía y Patrimonio
Desde el año 2004, por iniciativa del colectivo cultural Pinolere, el Ayuntamiento de La Orotava instauró el conceder como institución este significativo premio que da un mayor reconocimiento a la importante labor de personas, entidades y colectivos del municipio en pro de la artesanía y el patrimonio, permitiendo mantener las costumbres, tradiciones y antiguos oficios. Así, este premio se ha entregado a La Hermandad de Labradores (2004); a los hermanos cesteros de Tienda Rica Modesto y Donato González (2005); a la caladora de La Perdoma Armenia González (2006); al escultor y alfombrista Ezequiel de León Domínguez (2007); a los Molinos y Molineros de la Villa (2008); al prestigioso cestero de La Florida, Norberto Luis Perdigón, en el 2009; en 2010 a los artesanos tallistas de la madera; en 2011 a las diez panaderías tradicionales del municipio y el pasado año 2012 a los zapateros tradicionales. En 2013 a Domingo Martín Machado, artesano de instrumentos musicales de cuerda y percusión. En 2014 se premió a la Revista El Pajar. Cuaderno de Etnografía Canaria, y en 2015 y 2016 recayó en los artesanos Venancio González Hernández y Gonzalo Martín, respectivamente. En 2017 fue para la Asociación de Alfombrista de La Orotava; en 2018 para las mujeres bordadoras; en 2019 se concedió a Mohamed Osman; en el 2020 al artesano Rafael Saigí y el 21 a los repicadores de campanas del municipio. Mientras que el pasado año se otorgó a colectivo de apicultores representados con la Asociación de Apicultores Norte de Tenerife y la Asociación Tinerfeña de Apicultores (ATA).