Un grupo de personas de la Asociación vecinal Mi Barrio, de Los Olivos, en Geneto, junto a las áreas de Bienestar Social y Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna, están impulsando la creación del primer bosque productivo y comestible de la localidad, un modelo de permacultura que imita la estructura natural para crear sistemas agroforestales que produzcan alimentos, al mismo tiempo que se regenera el suelo y se combaten las emisiones de CO2. El proyecto permitirá ampliar la actual Red Municipal de Huertos Urbanos Comunitarios y fusionará ambos sistemas para facilitar la participación y alcanzar los objetivos sociales y ambientales del programa local.
Con este proyecto, se pondrá a prueba la incorporación de esta metodología en la Red, un programa local con una alta demanda, que busca nuevos terrenos de titularidad pública para llegar a todos los distritos y que, con tres instalaciones ya en pleno rendimiento, tiene unos claros objetivos sociales y medioambientales, razones que han llevado a su inclusión en la estrategia marco La Laguna: Municipio en Transición 2030.
El programa de impulso a esta Red pública quiere aprovechar los “acreditados beneficios psicosociales, terapéuticos y para el envejecimiento activo del modelo, a la vez que se apuesta por generar vínculos comunitarios e intergeneracionales, y se impulsa la agroecología, la concienciación medioambiental, la recuperación de suelos abandonados, el desarrollo sostenible y la soberanía alimentaria, recuerda el concejal de Bienestar Social, Rubens Ascanio.
“Como estamos viendo en los huertos de San Bonito, Cho Canino y San Matías, todos con lista de espera y muy buenos resultados comunitarios, estos espacios nos permiten dar respuesta a una gran variedad de necesidades y que van más allá de las netamente alimentarias, como las psicosociales, culturales o de salud”. De hecho, explica Ascanio, “son un recurso cada vez más habitual en la atención al colectivo de personas mayores y constituyen una importante herramienta para combatir la soledad no deseada y ciertas patologías”.
Para avanzar en el diseño de esta nueva instalación, las vecinas implicadas en el proyecto, con el acompañamiento y respaldo técnico de Francisco Duque, de la Asociación MAYE, visitaron esta semana el Parque Central de Adeje, un bosque productivo y comestible de más de 30.000 metros que reúne una amplia variedad de especies forestales, vegetales, frutales, ornamentales, aromáticas, medicinales y culinarias.
Un proyecto que combina ambos modelos
La Laguna quiere replicar este modelo a menor escala, combinándolo con el de los huertos y para un uso productivo que, además de implicar directamente a la población en su gestión, mejore la cohesión y la calidad de vida del barrio, y contribuya a concienciar sobre distintos métodos para luchar contra el cambio climático.
El concejal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático, José Luis Hernández, destaca que “este tipo de estructuras constituyen también un sistema para la captación de carbono, ya que están formados por un sistema equilibrado en el que conviven árboles grandes y pequeños, arbustos, hierbas perennes, enredaderas, cultivos de raíz, hongos o cultivos anuales que, además, atraen a fauna que contribuye al funcionamiento del ecosistema. Se trata de un proceso de más larga implantación, pero que se ve compensado por la reducción de insumos y el aumento de la producción”.
Es más, “esta iniciativa comparte los valores medioambientales de la Red Municipal de Huertos, creando nuevos espacios verdes públicos en entornos urbanos y que facilitan el contacto con la tierra. Hemos apostado por un modelo que incorpora actividades formativas y acciones de sensibilización medioambiental, que también busca promover el consumo responsable, la comprensión y relevancia de los circuitos cortos y de la agricultura sostenible, y que está teniendo muy buena acogida”, señala Hernández.
Para dar un mayor impulso a esta Red Municipal de Huertos Comunitarios y garantizar una estructura que permita continuar apostando por la innovación, el Pleno ha aprobado recientemente la “Ordenanza Reguladora de la Explotación de terrenos de titularidad municipal destinados a huertos urbanos”, una norma que da estabilidad al modelo y que garantiza su crecimiento con la máxima seguridad jurídica y equidad, facilitando que solares públicos en desuso puedan destinarse a un modelo de co-gestión pública y ciudadana.
Esta norma, promovida por las áreas de Bienestar Social, Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático, se encuentra actualmente en su última fase de exposición pública, que finaliza el 4 de abril, y entrará automáticamente en vigor sino recibe alegaciones.